sábado, 19 de abril de 2008

Paulo Coelho

Acabo de darme una vuelta, como habitualmente hago, por el blog de Paulo Coelho. Es un sitio donde me encuentro muy a gusto, si un comentario me gusta, el otro más. Nunca me aburro de leer allí y hoy, por temas que no vienen al caso, hay unos párrafos que me han llamado la atención porque son tan reales, tan habituales y tan cercanos que quiero ponerlos aqui:

"Los mejores aliados son los que no piensan como los demás. Por eso, mientras buscas a tus no siempre visibles compañeros (pues raramente se produce el encuentro entre el lector y el escritor), has de creer en tu intuición, y no le prestes oídos a los comentarios ajenos. Las personas siempre juzgan a los otros con el modelo de sus propias limitaciones – y a veces la opinión de la comunidad está llena de prejuicios y miedos.

Únete a los que nunca dijeron: “Hasta aquí he llegado, no puedo seguir”. Porque de la misma manera que al invierno lo sigue la primavera, nada puede parar: tras alcanzar el objetivo es necesario recomenzar, usando siempre todo lo aprendido en el trayecto.

Únete a los que cantan, cuentan historias, disfrutan de la vida, y tienen alegría en los ojos. Porque la alegría es contagiosa, e impide siempre que las personas se dejen paralizar por la depresión, por la soledad, y por las dificultades.

Y cuenta tu historia, aunque sólo sea para que la lea tu familia."


Cuán cierto es que la opinión de la comunidad está llena de prejuicios y miedos. Y mucho más atinada aún que las personas juzgan o juzgamos con el modelo de las limitaciones propias. De esto último vemos mucho por muchos sitios en este gran mundo que es Internet. Personas constantemente interesadas en comparar o compararse con otras personas y juzgando, en base a ello, a un montón de gente que ni tan siquiera conocen. Sólo les leen y cuatro chorradas mal puestas.

Me llama la atención la cantidad de amargura, resentimiento y tristeza que demuestra un montón de gente por estos mundos. Viven permanentemente ahogados en pozos de estupideces y regurgitando historias pasadas para tener algo que decir.

Por eso me gusta cuando Coelho sugiere acercarse a la gente que canta, a la que cuenta historias, a la que disfruta de la vida y tiene alegría en los ojos. La capacidad de contagiarse de esa alegría es el mejor antídoto contra el agobio que nos rodea en muchas ocasiones. Dejarse caer, una y otra vez, en comentarios con acritud, con resentimiento, con pena, con amargura y mala baba, solo consigue que no salgan de ese círculo que cada vez les absorbe más y llega un momento que solo saben "ducharse en sus propias babas".

Voy a permitirme la tentación de unir a Coelho con Mohikana. Y terminar igual que ella su último artículo, dirigiéndome a todos esos que se rebozan en su amargura cargando sobre mí sus propias limitaciones y que no se les caiga mi nombre de su boca, con lo aburrido que es:

Que les folle un pez que la tiene húmeda!!!!!!!!!!! jajajajajajaja.

Gracias a Mohikana y a Coelho por prestarme un trocito de sus blogs. Besitos

1 comentario:

Jazmín Lobo dijo...

Me encanta Coelho, me encanta la Mohikana y me encantas tu.

Sé feliz, no te mereces menos y si...

Que les folle un pez que la tiene húmeda!

:D